La Ermita de San Roque – Cacabelos

Nuestra primera parada en este largo viaje en el que procedemos a adentrarnos es, como no podía ser de otra forma, en el primer santuario que encuentra el peregrino que llega a Cacabelos.

En una de las imágenes anteriores, podemos apreciar cómo se ha reutilizado un gozne de una puerta en uno de los laterales.

La ermita se construye en 1609 y tras un incendio se restaura en 1789 (aunque se conserva un contrato de Matheo Chicarro, quién encarga la construcción del tejado al carpintero Pedro López). Inicialmente no era un santuario dedicado a San Roque, sino que era denominada como »Ermita de la Bera Cruz», es decir, estaba dedicada a la Vera cruz, donde fue crucificado Cristo.

En el interior del santuario nos encontramos con una disposición de carácter museístico, ya que en ella se guardan desde Cristos de altar del siglo XVII hasta un completo ciclo cristológico datado en el s. XVIII que probablemente provenga de modelos de copia. Observamos en las pinturas (de las que lamento no poder proporcionar imágenes de mejor calidad, debido a la iluminación y el barniz que se les ha aplicado para su conservación) que probablemente vengan del mismo taller o artista, ya que los modelos y la gama cromática utilizada es la misma en todas las pinturas (algo que también se ve en el San Miguel arcángel derrotando al demonio, en el que se observa algo más de soltura y menos rigidez). Entre los episodios representados encontramos la natividad, la presentación en el templo, la adoración de los reyes magos y la anunciación.

A partir de aquí hablaremos ligeramente de las obras más destacadas de todas las que se encuentran aquí guardadas, que son sin duda alguna las tallas polícromas de San Gil y San Herberto, monjes de Carracedo. Venidos del Monasterio de Carracedo tras la desamortización de Mendizábal en el XIX, formaban parte de un conjunto del que se conservan 4 localizándose los dos restantes en los Paules de Villafranca. Datados de finales del s. XVI – principios del XVII, la gran calidad técnica que desprenden nos hacen ver su valor. El tratamiento de los pliegues de la túnica de San Gil es de carácter rectilíneo, ligeramente hierática, haciendo de ella una figura más solemne que teatral, no como en el caso de San Herberto, que viste con el traje de arzobispo luciendo unos pliegues más naturales y con unos ricos estofados.

Otra de las piezas a destacar es sin duda este pequeño Cristo de marfil del s. XVI.

A continuación veremos una talla en madera de Santa Isabel (la primera imagen), seguida de una pequeña Virgen de los dolores del s. XVIII y un cuadro de la misma virgen con la misma datación además de un Cristo en la cruz también del XVIII.

Seguiremos nuestra pequeña visita con unas imágenes de un relicario del XIX (con huesos de distintos santos), unas miniaturas (también de santos) y el retablo mayor.

Para finalizar, tenemos a San Roque, en una escultura del s. XVIII. Además os dejo con unas citas del contrato que nombrábamos al principio, sacadas directamente del libro del historiador Vicente Fernández Vázquez (que dejo en la bibliografía).

»En la villa de Cacabelos a veynte y siete días del mes de henero año del Señor de mill y quinientos y nobenta años. En pressençia y por ante mí el escrivano y testigos, paresçieron pressentes de la una parte Matheo Chicarro, vezino desta villa, y de la otra Pedro López, carpintero, vezino de Villafranca, y sse concertaron en esta manera, el uno con el otro: En el que el dicho Matheo Chicarro da al dicho Pedro López en que ssea obligado a le azer y edificar todo el edefiçio de carpintería en que el dicho Matheo Chicarro de pressente quiere azer en la capilla de la Bera Cruz, en las casas que sson de Santiago Margazo y su muger María Leal, términos calle pública y de otro lado cassas de Gonzalo Rodriguez y en la trasera (…)’’ 

»Testigos que fueron presentes a los quales dicho hes Pedro Fernández Andrada, alguaçil, y Juan del Río, el mozo, y Juan de Sabedra, vezinos desta villa y por los otorgantes, que yo el escrivano doy fee conozco no ssabían firmar, a ssu rruego lo firmó el dicho Juan de Sabedra, testigo.’’ 

Bibliografía: 

Arquitectura religiosa en El Bierzo S. XVI – XVIII. Tomo II. Peñalba Impresión Edición de 2001. Instituto de Estudios Bercianos. Vicente Fernández Vázquez (Tito) 

Visita El Bierzo. Editorial Everest, S.A. 1996. José A. Balboa de Paz

Monasterio de Santa María de Carracedo. Autores varios. Instituto Leonés de Cultura 1995-96 (?)

Agradecimientos: 

Dña. Silvia Blanco Iglesias 

D. Jesús Álvarez 

Publicado por Photoscarballo

Estoy estudiando Historia del Arte por la UNED, soy presidente de la Asociación sociocultural ''Pasión'' donde hablamos, proyectamos y realizamos proyectos cinematográficos y he dirigido una película (además de algunos cortometrajes) junto con Jorge Núñez, vicepresidente de la asociación. En mi blog, realizo una recopilación artístico-arquitectónica de toda la riqueza patrimonial que encontramos en nuestra tierra berciana, además de realizar críticas y exposiciones sobre arte y museos del Bierzo.

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